Donald Trump ha hecho
todo lo posible por no ser presidente
de Estados Unidos, nunca se ha visto
en la historia de la política mundial y menos de Estados Unidos que un aspirante a la presidencia
en vez de ganar adeptos para su campaña,
de sumar simpatías, haga todo lo contrario:
Los deseche. Es como si tuvieras tu casa llena de simpatizantes y los
echaras de tu casa uno a uno o peor: en
grupo. Por pura estrategia, un aspirante a un cargo tan importante y tan
expuesto a la opinión pública como este
debe echar mano de todos los recursos que los favorezcan y es más que positivo hacer las paces con todo aquel con el que haya
podido tener diferencias en el pasado y arrancar la campaña con una imagen
amable, tolerante y dispuesta. Si aspira
ser nada más y nada menos que el presidente de una nación seguramente va a
escuchar quejas, recibir propuestas, lidiar con oposiciones, y que mejor sino decirle al pueblo que puede elegirlo: Yo soy
esa persona con la que pueden hablar, con la que pueden contar y llegar a un
acuerdo. ¿Es eso lo que ha hecho Donald
Trump?
Para nadie es un secreto y no hay que saber mucho de
política para entender que Donald Trump
está manejando su campaña a un despeñadero, su andar en la política es la Crónica
de una muerte anunciada hablando obviamente de su campaña y parodiando un
poco el título del libro escrito por el nobel
García Márquez. A quien se parece más Donald ¿A Nicolás Maduro o a Homero Simpson?
Del primero la insensatez y la falta de objetividad y del segundo lleva a la
imagen de aquel Homero que mete la cabeza en un tarro y no escucha nada ni a
nadie y si no escucha no puede irradiar ni poner en práctica el consejo de
aquellos que si saben mucho más que él en un tema que para él es nuevo: la política,
cuando saque la cabeza del tarro ya todo habrá pasado y levantará la cabeza
para ver a una Hillary Clinton
presidente.
Uno de los graves problemas de Donald Trump es el menosprecio: ya sea hacia sus rivales, hacia la comunidad, hacia
los géneros, y hacia las personas que de alguna manera son su contraparte, ha
llevado al ámbito personal, enfrentamientos propios de un partido en una
lucha electoral como ésta. ¿Cómo puede menospreciar inclusive a su partido y
desechar su apoyo declarándose independiente si para coronar un cargo tan
imponente se necesita maquinaria y apoyo masivo e irrestricto de todos sus
componentes? Luchar contra Hillary
Clinton no es cualquier cosa, como quiera que sea, es la esposa y por consiguiente
fue Primera Dama de un presidente que gobernó por ocho años la nación
norteamericana, ¿puede haber una mejor formación, una mejor preparación que esa? De igual manera Hillary tambien tiene sus "estrellas negras" por decirlo de alguna manera , pero no hay que olvidar tampoco los cargos
que han moldeado su figura y han robustecido ese carácter político que hacen de Hillary Clinton una sólida aspirante a
la presidencia norteamericana:
Primera Dama de
Arkansas
Primera Dama de los Estados
Unidos
Senadora de Los
Estados Unidos por Nueva York
Secretaria de Estado
de Los Estados Unidos
A lo anterior debe sumarse otras actividades como asesora
parlamentaria y haber colaborado en causas como seguro médico infantil,
adopciones y hogares de guarda y demás. Hillary
Clinton posee una vasta experiencia en la política y sin profundizar mucho
se evidencia en ella una organización y una preparación que la hace fuerte ante
cualquier rival.
Una faceta que siempre muestran los candidatos presidenciales,
sea del país que fuere, es aquella de
rodearse del apoyo de íconos públicos
que maticen su campaña, que beneficien de una u otra manera su imagen:
artistas, deportistas, músicos, personajes en general a los que se le puedan
sacar provecho, pero Donald Trump pudiendo
polarizar una vieja rencilla con una ex Miss Universo y llevarla a un terreno
positivo, se enfrascó con ella en una discusión desfavorable que lo hizo perder
terreno de manera vertiginosa y vergonzosa ante una comunidad ya maltratada por
él: la población femenina. Alicia
Machado fue la infortunada de turno que no escapó al alcance de sus
comentarios ofensivos e hirientes , inaceptables para un candidato a la Casa
Blanca. La lista de personajes y comunidades que no aprueban la candidatura ni actitud de Donald
Trump es bastante larga: David Cameron,
Boris Johnson, El Papa Francisco, Vicente Fox, Salma Hayek, Grupo Maná (Los
de Anonymus bloquearon su página de internet) por otra parte, una petición en
internet recogió más de 600.000 firmas para que el Parlamento Británico prohíba
la entrada del Sr Trump al país; George Clooney, Miley Cyrus, Carlos Slim, y
hasta medios periodísticos como New York Times, CNN, Washington Post, Univisión,
han criticado la postura de Donald Trump,
ni qué decir de la comunidad mexicana, los inmigrantes y los hispanoparlantes
que se ven amenazados por su posible gobierno. Los ciudadanos norteamericanos
en general están bastante molestos ya que puede pensarse que la actitud de Donald Trump es el pensamiento del país
y que los norteamericanos odien y denigren de los hispanos o de los inmigrantes en general, simplemente no se
ven representados en el Sr Trump. Y como si fuera poco hay que mencionar que ha
perdido el apoyo de figuras tan representativas como el ex presidente Bush, de los ex candidatos
presidenciales Mitt Romney y John MaCain. Una cantidad apreciable de miembros y
líderes republicanos han desertado de su
campaña y han expresado públicamente su deseo de no votar por él. Su propio partido no lo apoya y a él parece no
importarle, mostrando una vez fu carácter egocéntrico que lejos de ayudarle, ha
erosionado aún más su gastado pedestal.
Hace ocho años nadie podía imaginarse que un ciudadano estadounidense de raza negra llegase ser presidente de Estados Unidos y quizás hasta hace poco nadie podría pensar que una mujer llegase a ser presidente de Estados Unidos pero, las circunstancias, el valor y la firme decisión de personas como Obama y Hillary hacen que el mundo se incline ante su capacidad de cambiar lo que parece inmodificable, Barak Obama hace ocho años pudo demostrar que un negro podía ser presidente de Estados Unidos, Hillary Clinton, ahora está a punto de demostrar que una mujer también puede serlo. Y el señor Donald Trump también demostrará que la soberbia y la falta de respeto hacia los demás es la mejor estrategia para fracasar en una empresa como esta.
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