MI VECINA GALÁCTICA
Heredé de
mi padre algunas estrellas que siempre tuve en el patio de mi casa. No había
tesoro mejor resguardado que ese. Han estado conmigo en los distintos sitios
donde he vivido. Levantar la vista en noches propicias y disfrutar del encanto
de la noche, de esa profundidad de estrellas ¿para qué telescopios? nada podría
acercarlas más de lo que están de mi corazón. Cada vez que las miro soy un
niño, un joven o un hombre casado, y en definitiva, un único hombre con un par
de ojos, mirando por mí y por todos los que he sido.
En cierta ocasión, mi vecina me comentó de su propósito de remodelar su casa y
levantar un cuarto en el fondo del patio. Son ese tipo de comentarios en los
que uno dice: "Que bien vecina, ¿gana más espacio no?" y ella sonríe
y dice: "aja" , pero que el fondo, a uno, poco le importa. Dos días
después llegué del trabajo y encontré su propósito materializado en un cuarto
enorme, infame. Levantó tales paredes que la que lindaba con mi patio, me
tapaba medio cielo, esperé la noche con cierta angustia y mis sospechas se
hicieron ciertas al caer la oscuridad: Aquella pared me ocultaba por lo menos
la mitad de mis estrellas y constelaciones heredadas. Consternado la comenté a
mi mujer y a mis hijos: "Me taparon medio cielo" . Fueron a ver. Mi
esposa no pudo ocultar su sorpresa "¡Anda!, igual mis hijos. Ve a la
policía - me dijo el mayor- !Carajo! -dijo el agente que me recibió la
denuncia- tratando de repetir lo que le dije: "Aldebarán en Tauro, Capella
en Auriga, Betel.....¿que? me preguntó "Betelgeuse y Rigel en Orion"
le corregí. "Compadre" -continuó el policía - eso es mucho pero me
temo que una delegación de policía no es el sitio propicio para esta clase de
denuncia ¿por qué no va a la alcaldía? - me sugirió. Encontré razonable su
propuesta, en realidad una delegación no me serviría de mucho para radicalizar
una denuncia, pero quise dar un paso más audaz que el sugerido por el agente y
le envié una carta dirigida al Presidente de la República, aunque naturalmente
escéptico de su respuesta, me sorprendió una semana después ver un sobre
lacrado con bordes de colores de la bandera nacional y la remisión presidencial
que me sugería un estrado aún más alto en palabras que más o menos decían así :
"En atencón de su solicitud o denuncia, lamento y me solidarizo con usted
ante terrible acontecimiento. Lastimosamente y después de consultar con mis
asesores, fuimos informados por los señores de la ONU que los conflictos cuyo
escenario sea el ultra cielo, o sea el firmamento eterno y oscuro de los
confines del universo, donde la incógnita sideral es más profunda, y
aterradora, solo puede ser resuelto por los más altos estamentos de nuestro
sistema estelar , para lo cual debe dirigir una carta al Subsecretario del
representante de la Comisión de la Junta Directiva de apoyo a La Evaluación de
Proyectos en estudios para La Confraternidad en el Sistema Solar " . Ante
magna sugerencia me dispuse a redactar
tal carta, de antemano sabia de la inoperancia de dicho organismo, nunca resolvía nada y quizás lo unico destacable fue el haber conseguido para los gringos La Gran Nebulosa De Norteamérica. Varios días después recibí la respuesta donde tal Comisión se declaraba incompetente por lo cual remitieron mi misiva al Delegado de La Vía Láctea en nuestro sistema para que se la hiciese llegar a Unión de sistemas Estelares -USE- algo asi como la ONU pero a nivel galáctico. Pensé que mi reclamo no tendría eco y resultaría risible para tales seres ocupado quien sabe en qué cosas tan importantes como para poner su atención en inquietudes tan insignificantes en un planeta tan minúsculo y remoto como el nuestro. Supe que tal entidad residía en el brazo contrario de la Vía Láctea, mi sorpresa fue mayúscula al recibir en menos de un mes la respuesta a mi reclamo en donde se fallaba contundentemente a mi favor y se confinaba a mi vecina a vivir 5 años en el oscuro Planeta de Pablo, eso sí con una indemnización de un Millón de Euros que estoy seguro no le iban a servir para nada allí, la sentencia venia complementada por una medida rigurosa e inapelable: su casa debía ser reducida a cenizas mediante un rayo neutrónico controlado, generado y disparado por cualquiera de los científicos que abundan en La Vía Láctea. Surgieron tres nombres: Morti Fossa, ELPEVE y Klúmberoon. Todos tenían un amplio historial en sus hojas de vida, y para nosotros y nuestra limitada vida, muy viejos: Morti Fossa tenía quinientos treinta y dos años y cuatrocientos cinco años de experiencia; ELPEVE (El sujeto de pepas verdes, llamado así por su piel morena y grandes lunares de color verde, tenía seiscientos veinticinco años y cuatrocientos sesenta años de ser científico, y , finalmente Klúmberoon, el más "joven" de los tres, con cuatrocientos setenta y un años y trescientos veintitrés de ser científico. Una semana después la comisión encargada se inclinó por ELPEVE, de manera que éste último empezó a preparar su rayo. No era fácil, a pesar de sus años y experiencia. El objetivo estaba muy lejos, por ley de Confraternidad y Vecindad Galáctica, el disparo no podía ser ejecutado desde el mismo espiral donde estuviera radicado el objetivo, sino desde el espiral contrario de la Vía Láctea. Una vez tuvo el proyecto perfeccionado, ELPEVE hizo su anuncio: El disparo será ejecutado el viernes a las nueve de la noche, serán testigos una comisión especial de La Vía Láctea y representantes de galaxias vecinas que den buena fe de la aplicación correcta de los principios galácticos. Llegó el día. Había una multitud en los alrededores de la casa. A última hora sentí un repentino remordimiento, después de todo no era necesario tanto alboroto, hubiera bastado con montarme en el techo de mi casa y admirar mis estrellas, que siempre habrían de estar allí. ELPEVE ejecutó el disparo, el primero falló por que golpeó en el borde de un cometa en la nube de Oort. El segundo corrió una suerte parecida al golpear un pequeño asteroide en la nube de Kuiper. El tercer disparo fue efectivo, y en medio de vítores y aplausos la casa de mi vecina fue reducida a literalmente a cenizas. Una vez ejecutada la sanción, el sitio donde estuvo la casa se convirtió en objeto de romería, un desfile inusual durante ese y los días siguientes. La multitud abarrotó la calle en una procesión incontenible. Yo en cambio sentía una aflicción terrible, pensaba en mi vecina y en su maletín con un millón de euros inservibles en el oscuro planeta de Pablo. Una y otra vez pensaba que mi mejor opción hubiera sido el techo y todo esto se hubiera evitado, no podía olvidar su mirada de odio, el rastro de resentimiento que dejaba su mirada adolorida que goteaba en mi alma cada noche antes de dormir. La gente llegaba, se tomaban fotos, filmaban el momento con risas abrazos, se tomaban selfies, se embriagaban y brindaban impunemente, a mí me asqueaba aquella ignorancia. Yo solo miraba al cielo y ya sin tal pared con contemplaba aquellas estrellas las que eran mis estrellas, que ahora de alguna forma, de muchas formas, sabía que ya no me pertenecían.
ENRIQUE VEGA LEÓN, MAYO 29-2010
tal carta, de antemano sabia de la inoperancia de dicho organismo, nunca resolvía nada y quizás lo unico destacable fue el haber conseguido para los gringos La Gran Nebulosa De Norteamérica. Varios días después recibí la respuesta donde tal Comisión se declaraba incompetente por lo cual remitieron mi misiva al Delegado de La Vía Láctea en nuestro sistema para que se la hiciese llegar a Unión de sistemas Estelares -USE- algo asi como la ONU pero a nivel galáctico. Pensé que mi reclamo no tendría eco y resultaría risible para tales seres ocupado quien sabe en qué cosas tan importantes como para poner su atención en inquietudes tan insignificantes en un planeta tan minúsculo y remoto como el nuestro. Supe que tal entidad residía en el brazo contrario de la Vía Láctea, mi sorpresa fue mayúscula al recibir en menos de un mes la respuesta a mi reclamo en donde se fallaba contundentemente a mi favor y se confinaba a mi vecina a vivir 5 años en el oscuro Planeta de Pablo, eso sí con una indemnización de un Millón de Euros que estoy seguro no le iban a servir para nada allí, la sentencia venia complementada por una medida rigurosa e inapelable: su casa debía ser reducida a cenizas mediante un rayo neutrónico controlado, generado y disparado por cualquiera de los científicos que abundan en La Vía Láctea. Surgieron tres nombres: Morti Fossa, ELPEVE y Klúmberoon. Todos tenían un amplio historial en sus hojas de vida, y para nosotros y nuestra limitada vida, muy viejos: Morti Fossa tenía quinientos treinta y dos años y cuatrocientos cinco años de experiencia; ELPEVE (El sujeto de pepas verdes, llamado así por su piel morena y grandes lunares de color verde, tenía seiscientos veinticinco años y cuatrocientos sesenta años de ser científico, y , finalmente Klúmberoon, el más "joven" de los tres, con cuatrocientos setenta y un años y trescientos veintitrés de ser científico. Una semana después la comisión encargada se inclinó por ELPEVE, de manera que éste último empezó a preparar su rayo. No era fácil, a pesar de sus años y experiencia. El objetivo estaba muy lejos, por ley de Confraternidad y Vecindad Galáctica, el disparo no podía ser ejecutado desde el mismo espiral donde estuviera radicado el objetivo, sino desde el espiral contrario de la Vía Láctea. Una vez tuvo el proyecto perfeccionado, ELPEVE hizo su anuncio: El disparo será ejecutado el viernes a las nueve de la noche, serán testigos una comisión especial de La Vía Láctea y representantes de galaxias vecinas que den buena fe de la aplicación correcta de los principios galácticos. Llegó el día. Había una multitud en los alrededores de la casa. A última hora sentí un repentino remordimiento, después de todo no era necesario tanto alboroto, hubiera bastado con montarme en el techo de mi casa y admirar mis estrellas, que siempre habrían de estar allí. ELPEVE ejecutó el disparo, el primero falló por que golpeó en el borde de un cometa en la nube de Oort. El segundo corrió una suerte parecida al golpear un pequeño asteroide en la nube de Kuiper. El tercer disparo fue efectivo, y en medio de vítores y aplausos la casa de mi vecina fue reducida a literalmente a cenizas. Una vez ejecutada la sanción, el sitio donde estuvo la casa se convirtió en objeto de romería, un desfile inusual durante ese y los días siguientes. La multitud abarrotó la calle en una procesión incontenible. Yo en cambio sentía una aflicción terrible, pensaba en mi vecina y en su maletín con un millón de euros inservibles en el oscuro planeta de Pablo. Una y otra vez pensaba que mi mejor opción hubiera sido el techo y todo esto se hubiera evitado, no podía olvidar su mirada de odio, el rastro de resentimiento que dejaba su mirada adolorida que goteaba en mi alma cada noche antes de dormir. La gente llegaba, se tomaban fotos, filmaban el momento con risas abrazos, se tomaban selfies, se embriagaban y brindaban impunemente, a mí me asqueaba aquella ignorancia. Yo solo miraba al cielo y ya sin tal pared con contemplaba aquellas estrellas las que eran mis estrellas, que ahora de alguna forma, de muchas formas, sabía que ya no me pertenecían.
ENRIQUE VEGA LEÓN, MAYO 29-2010
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